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Eishodo

La fuente de la eterna juventud…

El masaje facial japonés “Eishodo” es una técnica de efecto “lifting” que renueva la salud de los tejidos faciales para lograr un rostro luminoso y más joven. Eishodo combina los beneficios del tradicional masaje facial japonés, el masaje Shiatsu, el drenaje linfático y el estímulo con los dedos a los puntos neurovasculares faciales que equivalen a los puntos de acupuntura que cruzan por la cara.

Adicionalmente, la técnica de Eishodo se combina con el uso de cremas, mascarillas, aceites y otros productos faciales basados en ingredientes naturales como té verde, arroz y lavanda, para de esta forma potenciar los grandes beneficios del masaje.

Esta combinación entre masaje y uso de productos faciales es una antigua tradición japonesa y Eishodo está inspirado en ello. En tiempos antiguos, las emperatrices de Japón al solicitar sus tratamientos de belleza tuvieron una especial preferencia por el masaje facial, convirtiéndolo a partir de esa época en un tratamiento exclusivo de la familia imperial.

Con el paso del tiempo, este conocimiento del masaje facial fue permeando en la sociedad japonesa, además de la costumbre de utilizar productos de belleza. Es por esta razón que desde hace cientos de años la piel de las mujeres japonesas ha sido objeto de admiración por su lozanía, frescura y belleza en general. Para lograr mantener este cutis de porcelana las japonesas cuidan su cutis con rutinas de limpieza diaria que incluyen cremas, tónicos y lociones preparadas con las combinaciones exactas de ingredientes naturales sabiamente seleccionados.

Fundamentos del masaje Eishodo

Eishodo tiene sus raíces en la medicina tradicional china, cuyos principios fueron introducidos por el emperador Huan Di entre los años 2697 y 2597 a.C. El Anmo (masaje) es una de las ramas esenciales de la medicina tradicional china, así como lo son la acupuntura, la moxibustión y la práctica del Chi Kung.

En particular, el Anmo, que significa empujar y frotar, tiene por objetivo mantener y restablecer la salud por medio de manipulaciones que ayudan a equilibrar y permitir el flujo constante de energía vital Qi que recorre todo el cuerpo a través de los meridianos de acupuntura. Cuando se logra un sano equilibrio del flujo de energía vital Qi, se fortalece la acción del sistema inmunológico y se evita todo tipo de enfermedades.

Una de las especialidades del Anma fue el masaje facial japonés que se concibió no solo como un masaje estético, sino como una herramienta para promover la salud. De este modo el concepto japonés de belleza no consistía solamente en una apariencia luminosa y jovial, sino también en un aspecto saludable.

“Toda la sabiduría oriental al cuidado de tu piel”

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¿En qué consiste el masaje facial Eishodo?

A diferencia de otros tratamientos occidentales, el antiguo masaje facial japonés no trata únicamente la capa superior de la epidermis, sino que trabaja profundamente los meridianos y los denominados “tsubos” faciales o canales energéticos del cuerpo, consiguiendo activar los nervios de esta zona y estimular el flujo vital “Qi” para lograr el completo equilibrio.

Las doctrinas orientales no conciben la salud y la belleza sin un adecuado equilibrio entre el cuerpo y la mente. La cara, por ser la zona de la anatomía humana donde mejor se refleja la condición del ser interior, es la que manifiesta primero cualquier desorden o alteración tanto física como mental.

El masaje Eishodo se realiza en cara, cuello y cráneo. Es una técnica basada en movimientos de percusión y digitopresión que requiere una gran destreza con los dedos. El tratamiento consiste básicamente en un masaje profundo de la musculatura subcutánea que mejora el transporte de sangre, elimina toxinas, oxigena tejidos y estimula la producción de colágeno y elastina, sustancias responsables de la buena calidad de la piel, y que da como resultado una cara descansada. La huella del estrés desaparece y la textura y lozanía dérmicas se recuperan.

Si se aplica regularmente, el masaje Eishodo consigue atenuar las arrugas, la flacidez y mejorar la textura general de la piel, además de disminuir las manchas de pigmentación y erradicar la migraña. Este masaje también se aconseja en casos de pieles con acné ya que consigue movilizar la segregación de las glándulas sebáceas. De igual forma, al activar la circulación sanguínea, se elimina el enrojecimiento causado por problemas como la vascularización, cuperosis y rosácea.

¡Vive la experiencia de Eishodo!



Eishodo es un tipo de masaje facial que de forma exclusiva lo ofrece la Sociedad Mexicana de Shiatsu. Fue creado por nuestra fundadora, Yuriko Takiguchi, quien, con sus profundos conocimientos y experiencia en medicina oriental, ha combinado los conocimientos del tradicional masaje japonés con las técnicas del Shiatsu, acupuntura y otras disciplinas enfocadas en mejorar la salud, para lograr un masaje facial sumamente completo que proporciona no solo belleza, sino que va más allá para lograr una mejor salud.

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Regálate la experiencia de una terapia Eishodo. Nuestros expertos tienen un gran conocimiento de la arquitectura facial y lograrán devolverle a tu cutis la lozanía, elasticidad y brillo natural.

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